EREVÁN, 7 DE OCTUBRE, ARMENPRESS. La Fundación “Birthright Armenia” (conocida en armenio como "Depi Hayk") ha estado fortaleciendo la conexión entre Armenia y la diáspora durante años, brindando a los jóvenes armenios que viven en el extranjero la oportunidad de venir a la madre patria, vivir, trabajar, descubrir Armenia nuevamente y relacionarse con ella. Muchos de ellos, al estar incluidos en varias organizaciones que operan tanto en Ereván como en las provincias, transfieren sus conocimientos, adquieren nuevas habilidades, a veces reciben ofertas de trabajo a largo plazo y deciden radicarse permanentemente en Armenia.

La corresponsal de "Armenpress" trató de informarse de las ventajas del programa, las oportunidades ofrecidas, el objetivo y la misión del emprendimiento en una conversación con Seván Kabakián, director de la fundación, y con algunos de los voluntarios.

Según Kabakián, están tratando de conectar a los jóvenes armenios que viven en el extranjero con Armenia en un sentido práctico, y el trabajo voluntario es una de las formas de hacerlo. “No queremos que tengan solo una experiencia turística superficial, que se contenten con asistir a una boda, bautizo u otro evento una vez cada diez años, visitando los lugares de interés. Queremos que se incluyan en diversas áreas, que conozcan tanto lo positivo como lo negativo del país”, - subraya.

Desde 2004, alrededor de 2400 jóvenes armenios de la diáspora de entre 21 y 32 años han participado en el programa de voluntariado en Armenia. 300 de ellos terminaron radicándose en Armenia. Todos los que quieran participar en el programa tienen la oportunidad de hacerlo. La selección no se realiza según el área o la experiencia, sino que se eligen personas que tienen el deseo de establecer contacto con Armenia, que quieren crear algo en la madre patria, que están llenas de energía y se esfuerzan por hacer de Armenia una de las partes importantes de sus vidas.

 “Hay participantes que acaban de graduarse en la universidad y no tienen experiencia laboral, hay jóvenes que tienen años de experiencia y pueden aportar mucho. La mayoría de los voluntarios están incluidos en varias organizaciones que operan en Ereván y algunos en la región. «Birthright Armenia» tiene oficinas en Guiumrí y Vanadzor. Trabajamos en Vanadzor durante cinco meses al año, pero existe el deseo de implementar el programa durante todo el año”, - señala Kabakián.

Cuando los jóvenes solicitan participar en el programa, no tienen que pensar en dónde trabajarán, porque la Fundación se ocupa de estos temas. encuentran trabajos para voluntarios, les dan la oportunidad de vivir en familias anfitrionas, dan conferencias para ellos, organizan cursos de formación en idioma armenio. Los voluntarios deciden en qué ciudades de Armenia quieren trabajar; pero la dirección de la Fundación les aconseja no limitarse a Ereván.

Con referencia a los voluntarios que se radicaron en Armenia, Kabakián señala que a la mayoría les encantaba el ritmo de vida en Armenia, porque en los países donde nacieron corrían constantemente, a menudo no tenían tiempo para ver a sus familiares y amigos, y en Armenia tienen oportunidad de disfrutar de la vida en múltiples aspectos. Algunas empresasa ofrecen puestos de trabajo en Armenia a quienes han realizado labores de voluntarios. Como resultado, "Birthright Armenia" se convierte en un puente entre Armenia y la diáspora.

El 33 por ciento de los voluntarios son de Estados Unidos, pero hay participantes de Rusia, Líbano, Francia, Canadá, Australia, Alemania, Reino Unido, Argentina y otros países. Hay muchos franceses de origen armenio entre los voluntarios que se radican en Armenia.

 “Hay padres que dan ánimo a sus hijos y no les molesta que se radiquen definitivamente en Armenia, hay padres que tratan de disuadirlos de su decisión. Nuestros voluntarios tienen predisposición para el voluntariado, dejan su vida cotidiana, la universidad, su lugar de trabajo y vienen a Armenia. No todos pueden hacer eso, por lo que las personas que participan en el programa son resilientes", - enfatiza Seván Kabakián.

El director de la Fundación admite que incluso en circunstancias de agresión armada, el programa siguió funcionando activamente y el número de voluntarios no disminuyó. No perdieron la oportunidad de venir a Armenia. "La guerra de Artsaj de 44 días de 2020, en lugar de derrotar el plan, por el contrario, aumentó el número de participantes. Muchos de ellos pensaron que era en esos momentos cuando debían participar en el programa. Durante la agresión armada de setiembre de 2022 ningún voluntario salió del país. La gente que planeaba venir a Armenia vino. El otro día estuvimos en Ierablur... Yo creo que los soldados no necesitan agradecimientos, pero quieren que la gente siga con su trabajo, y la definición de ese trabajo es amplia. Les decimos a los voluntarios que están cumpliendo una importante misión en Armenia”, - asegura.

Según Sevan Kabakián, la tarea es satisfactoria, pero no suficiente; siempre hay más por hacer. “No pensamos que, si el tren va bien, debemos ir con el mismo impulso, pensamos que es posible agregar un vagón. Queremos recibir a tantos voluntarios como sea posible en Armenia, queremos trabajar más con los graduados para que se fortalezca su interés y conexión práctica con Armenia. La conexión de los armenios que viven en el extranjero con Armenia es emocional. sienten pena por Armenia, están preocupados, se ocupan, están felices, pero esto es una limitación. Si lo emocional no se convierte en algo práctico, no tendrá valor, deben contribuir a la construcción del país”, - enfatiza.

Seván Baliktsián, uno de los voluntarios, llegó a Armenia desde los Países Bajos. Antes de participar en el programa, visitó cuatro veces su madre patria, venía a visitar a sus familiares, a conocer Armenia como turista, pero siempre quiso conocer mejor y más integralmente el país de sus ancestros. Empezó a buscar formas de una visita de largo término y se informó sobre "Birthright Armenia", que le ofreció un paquete maravilloso.

Ahora trabaja en el marco del proyecto de desarrollo territorial "Gagarin", que incluye Gagarin, Gueghamaván, Ddmashén, Tsaghkunk y otros asentamientos de la comunidad de Seván, en la provincia de Guegharkunik. El objetivo es el desarrollo de un nuevo modelo de gestión comunitaria, el desarrollo de la agricultura.

Ha estado en Armenia durante un mes y admite que, por vivir en la casa de una familia anfitriona, constantemente aprende algo nuevo y ve cómo todos los armenios están orgullosos de Armenia. "La gente está muy sensibilizada por la agresión de Azerbaiyán, pero quiere ser feliz. Armenia es un país hermoso con una naturaleza maravillosa y una historia interesante y siempre está en lucha por su supervivencia. Anteriormente había estado en Jor Virap, Noravank, Seván y Dilidján, y ahora tengo oportunidad de conocer otros destinos. Guiumrí me gustó mucho. Quiero aprender tanto como sea posible sobre Armenia y viajar, familiarizarme con los monumentos históricos y culturales, las tradiciones de las diferentes regiones, las canciones y los bailes", - dice Baliktsián.

Nanor Balabanián, una graduada del programa, llegó a Armenia desde los Estados Unidos. Dice que ha visitado su madre patria todos los veranos e incluso fundó la ONG "Sendero Oculto". Luego decidió hacer trabajo voluntario ella misma y recurrió al programa "Birthright Armenia". “Amo mucho a Armenia y estoy muy feliz de haber tenido esta experiencia”, dice y agrega que se ha radicado definitivamente en su madre patria.

Estuvo en Armenia durante la guerra de Artsaj de 44 días de 2020. “Entonces comprendí por qué vine, entendí que tengo que cumplir mi misión en el campo de la educación. Abrí escuelas en albergues. Era difícil ver tantos niños desplazados, pero era necesario quedarse”, subraya. Ahora, a través de su organización no gubernamental, encuentra becas para niños que viven en pueblos fronterizos, financia la organización de capacitaciones en los pueblos, organiza campamentos. "Nuestro objetivo es dar a los niños que viven en aldeas la oportunidad de adquirir nuevas habilidades educativas y encontrar financiación para la admisión en universidades", - informa Nanor.

Le encanta Armenia y sus habitantes nativos. Dice que en los Estados Unidos a veces se sentía sola; pero en Armenia las personas están codo a codo incluso en las condiciones más difíciles.

La fundación "Birthright Armenia" fue fundada por el filántropo estadounidense-armenio Edil Hovnanián. Ofrece a jóvenes armenios de la diáspora de 21 a 32 años la oportunidad de descubrir su madre patria. Los participantes del programa se comprometen a ser voluntarios al menos 30 horas por semana durante un mínimo de nueve semanas y un máximo de un año. A los participantes de tiempo completo mayores de 25 años se les ofrece el programa “Birthright Lite”, que implica ser voluntario por solo cuatro semanas.

Ángela Hambardzumián