EREVÁN, 15 DE MAYO, ARMENPRESS. Durante la ceremonia de apertura de la cumbre del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo en Ereván, el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, manifestó que Armenia y Azerbaiyán no tienen experiencia ni conocimiento de la coexistencia pacífica, siendo imposible vivir en paz sin aprender.

"Desde los primeros días de la independencia, Armenia y Azerbaiyán han estado en conflicto, y más allá de las negociaciones políticas y los principios de paz, hay un requisito previo importante: aprender a vivir en paz, que es un proceso extremadamente difícil, porque, repito, ni nosotros ni Azerbaiyán sabe qué es, qué forma tiene. En el caso de Azerbaiyán, en el caso de Armenia, la convivencia pacífica con Azerbaiyán es un fenómeno desconocido. Y lo que no conoces trae incertidumbres, preocupaciones, tensiones, que comprensiblemente formulas y percibes basándote en tu experiencia histórica, y la experiencia histórica dice que esto no es posible. Aquí es donde entra la necesidad de aprender, porque la experiencia histórica de la historia humana debería haberle dicho y convencido a la humanidad de que los vuelos espaciales no son posibles, y realmente no fue posible hasta que la humanidad comenzó a aprender a volar al espacio, y hoy volar al espacio no sorprende a nadie en absoluto", afirmó el primer ministro.

Según Pashinyan, en el caso de Armenia y Azerbaiyán se necesitan herramientas para aprender a vivir en paz.

"Una de esas herramientas es el proyecto ‘Encrucijada de paz’ propuesto por el gobierno, uno de cuyos puntos importantes es que Armenia y Azerbaiyán abran carreteras, ferrocarriles, oleoductos, líneas eléctricas y cables a través del territorio del otro, sobre la base del respeto a la integridad territorial y la soberanía de cada uno sobre la base del principio de igualdad y reciprocidad", subrayó Nikol Pashinyan.

Según Pashinyan, el proceso de demarcación fronteriza entre Armenia y Azerbaiyán ha comenzado estos días y debería convertirse en una de las herramientas que enseñarán a Armenia y Azerbaiyán a vivir en paz.