EREVÁN, 8 DE NOVIEMBRE, ARMENPRESS. La Shushí ocupada y vaciada de armenios de hoy es un ejemplo real de la secular e invariable política turco-azerbaiyana de realizar una limpieza étnica en Artsaj. Al hacer referencia a los dos años de la ocupación por la fuerza de Shushí por parte Azerbaiyán, escribió en su página de “Facebook” el Defensor de los Derechos Humanos de Artsaj, Guegham Stepanián escribió:

“Como consecuencia de la guerra iniciada por Azerbaiyán en otoño del 2020 fueron ocupados por la fuerza alrededor de 200 poblados, entre ellos el centro cultural armenio Shushí.

En la resolución ilegal del 5 de julio de 1921 de anexar por la fuerza Nagorno Karabaj a Azerbaiyán se definía como centro de la autonomía armenia la ciudad de Shushí. Sin embargo, con el objetivo a largo plazo de apartar Shushí de Artsaj, en 1923, cuando en un pequeño fragmento de Artsaj se conformó la Región Autónoma de Nagorno- Karabaj, se transformó en capital Stepanakert y no Shushí.

Azerbaiyán siempre ha actuado con la intención de apropiarse de Shushí alterando todo lo armenio y presentándolo como azerbaiyano. En el proceso de hacer suya la ciudad tanto a comienzos del 1900 como en 2020 el tándem turco-azerbaiyano ha usado como herramienta básica, la limpieza étnica y el genocidio, el exterminio físico de la población armenia, la deportación, la eliminación y la tergiversación de sus valores culturales y espirituales.

El patrimonio cultural de Shushí es un testimonio singular de la pertenencia armenia de la ciudad. Esa es la causa de que aún en los días de la guerra bombardearan dos veces en forma intencional la catedral de San Salvador de Shushí, y después del cese al fuego, fueron profanadas continuamente la iglesia Surp Hovhannés Mkrtich (San Juan Bautista) conocida como Kanach yam (Capilla Verde) y otros numerosos valores culturales armenios que se encuentran en Shushí. Azerbaiyán destruye continuamente las infraestructuras civiles de la ciudad, las casas, los edificios de viviendas.

La Shushí ocupada y vaciada de armenios de hoy es un ejemplo real de la secular e inalterable política turco-azerbaiyana de realizar una limpieza étnica en Artsaj.

Llevando delegaciones internacionales a Shushí en distintas ocasiones, Azerbaiyán intenta legitimar su agresión. Todos los quienes visitan Shushí, están transformándose con sus pasos en cómplices del desplazamiento de las personas y están legitimando el uso de la fuerza, la agresión y la ocupación.

La ocupación forzosa de hoy no cambia el estatus quo de Shushí, ella es y seguirá siendo parte indivisible de la República de Artsaj”, – se señala en la publicación del Defensor de los Derechos Humanos de Artsaj.