GORIS, 27 DE SEPTIEMBRE, ARMENPRESS. Desde hace varios días, el centro de coordinación de Goris para los desplazados forzosos de Nagorno Karabaj lleva adelante su labor con una gran carga de tareas. El gobierno de Armenia, los organismos locales, los representantes de la Cruz Roja y una gran cantidad de voluntarios están trabajando arduamente para satisfacer las necesidades de los armenios desplazados por la fuerza como resultado de la agresión azerbaiyana.

Armenpress informa desde Goris que los desplazados forzosos de Nagorno Karabaj se registran en el centro de coordinación y reciben opciones de alojamiento, artículos de primera necesidad, alimentos, medicinas, mantas y sillas de ruedas. A su vez, se proporciona la atención médica necesaria a quienes tienen problemas de salud.

Durante estos días periodistas de diferentes países se encuentran en el centro de coordinación. Los representantes de los medios de comunicación extranjeros, que desde hace meses guardan silencio sobre el bloqueo ilegal de Nagorno Karabaj, hoy intentan presentar la situación desde Goris, documentar lo que está sucediendo y llamar la atención de la comunidad internacional sobre el desastre humanitario.

Los residentes de Goris también brindan asistencia a los armenios de Artsaj desplazados por la fuerza. Frente a una gran cantidad deviviendas se han colocado mesas que ofrecen comida caliente, dando prioridad a los niños, mujeres embarazadas y personas con discapacidad.

En ocasiones, los desplazados por la fuerza de Nagorno Karabaj no quieren ser fotografiados, prefieren comunicarse y hablar sin cámaras. Recuerdan con disgusto cómo los azerbaiyanos filmaron y fotografiaron a todos en el puesto de control ilegal de Hakari.

El marido de Elena Mirzoyan, residente en Stepanakert y madre de tres hijos menores, luchó y murió como voluntario durante la guerra de 44 días en Martuni. Cuando en septiembre del año pasado se produjo el primer bombardeo en Stepanakert, Elena estaba trabajando en un dispensario. Cuenta cómo corrió a casa aterrorizada para tratar de buscar a los niños de la escuela y se dio cuenta que el servicio de telefonía móvil ya no estaba disponible.

“Afortunadamente, mis hijos regresaron de la escuela y bajamos al refugio donde la situación era caótica. Todos lloraban de terror, temiendo posibles explosiones. Estábamos tratando de calmar a los niños", dijo Elena, señalando que las condiciones de vida eran terribles, por lo que cuando hubo una oportunidad de venir a Armenia después del alto el fuego, decidieron mudarse junto a sus vecinos. "Los habitantes de los pueblos vecinos de Stepanakert también fueron desplazados. Cuando hacía frío, no tenían dónde vivir", recuerda.

Como a todos los que se mudan estos días desde Nagorno Karabaj, a Elena le ofrecieron opciones de alojamiento en el centro de coordinación de Goris. Aún no ha decidido a dónde se mudará.

Entre los desplazados forzosos, KK sirvió en el Ejército de Defensa de Nagorno Karabaj durante 11 años. Cuando comenzó la agresión azerbaiyana, se encontraba en servicio de combate con sus compañeros defendiendo las aldeas de Shosh y Machkalashen. Su esposa y su hijo recién nacido estaban en Martuni, donde no había gas, electricidad, ni calefacción.

"No pudimos calentar agua para bañar a nuestro recién nacido. Los médicos también fueron evacuados de la ciudad, ni siquiera había antifebriles ni analgésicos en las farmacias. Conseguir comida se había vuelto casi imposible. Las condiciones básicas de vida estaban completamente ausentes", afirmó el interlocutor, que aún no ha decidido si elegirá la opción de alojamiento ofrecida por el Estado o se dirigirá a unos familiares que viven en la ciudad de Masis.

El historiador y sociólogo Ishkhan Danielyan es de la aldea MetsShen de la región de Martakert. Junto a sus compañeros del pueblo fueron literalmente expulsados a raíz del bombardeo. La evacuación fue llevada a cabo efectivamente por la administración de la aldea con la ayuda de fuerzas de paz rusas. Un grupo de cuarenta familiares y amigos de Danielyan llegó a Armenia, se instaló en la carrocería del camión y se llevó artículos y documentos esenciales. Antes de la agresión azerbaiyana, en MetsShen vivían más de 250 residentes. Después de que se estableció el alto el fuego, todos decidieron trasladarse a Armenia.

"Soy miembro de la Unión Rusa de Sociólogos y de la Asociación Internacional, he presentado detalladamente la situación en Nagorno Karabaj a mis colegas. No pueden imaginar qué tipo de atrocidad nos está sucediendo. No pensamos en regresar, porque Azerbaiyán quiere subyugar a Artsaj de una vez por todas y no podemos vivir bajo las condiciones de dominación azerbaiyana. Espero que el potencial de los armenios de Artsaj se aproveche aquí en beneficio del desarrollo de Armenia, porque los armenios de Artsaj pueden integrarse efectivamente en la sociedad armenia", manifestó Danielyan.