EREVÁN, 27 DE SETIEMBRE, ARMENPRESS. “Para aliviar los problemas socioeconómicos que surgieron después de la guerra de Artsaj de 44 días, el gobierno de la República de Armenia implementó alrededor de dos docenas de programas”, afirmó la secretaria de prensa del ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales de Armenia, Zara Manucharián, en conversación con “Armenpress”, y señaló que, como en los demás sectores, el período de posguerra dictó la agenda en el ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Se da prioridad a las personas afectadas por la guerra, los jóvenes lesionados, discapacitados, las prótesis sanitarias y asegurar el empleo.

“El objetivo de los programas en general era brindar apoyo financiero, hospitalidad y trabajo temporal. Algunos de los planes eran de primera respuesta, otros tenían como meta el apoyo a largo plazo de los ciudadanos y su estabilización”, señaló Manucharián.

Enfatizó que, aunque las medidas de asistencia social implementadas por el Ministerio han finalizado, la construcción de hogares para la gente de Artsaj sigue siendo una de las prioridades en este momento, por lo que se está implementando un programa de apoyo estatal para la accesibilidad a la vivienda para familias desplazadas de ciertas regiones de la República de Artsaj. Es una oportunidad para que compren o construyan sus propias casas y apartamentos residenciales con el apoyo del Estado.

En caso de recibir un préstamo hipotecario de un banco o de una organización de crédito que coopera con el Servicio Social Unificado, el Estado garantiza, mediante un certificado, el subsidio del monto principal y de los intereses de acuerdo con el cronograma del préstamo. "En otras palabras, si nuestros compatriotas de Artsaj compran una casa en Ereván en el marco del programa, recibirán un apoyo de ocho millones de drams, en los asentamientos regionales de Armenia, diez millones, y en Artsaj 12 millones. En consecuencia, el apoyo es también en forma de intereses acumulados de hasta el 8, el 10 y el 12 por ciento", explicó, y agregó que, aunque la emisión de certificados fue más lenta de lo previsto porque la comparación de las solicitudes de los beneficiarios potenciales y los datos proporcionados por el ministerio de Artsaj llevó mucho tiempo, en un futuro próximo se completará el proceso.

Al referirse a los problemas de las personas con discapacidad, Manucharián señaló que luego de la guerra había unas mil quinientas personas con discapacidad. A la mayoría se les asignó el tercer grupo de discapacidades. Como resultado de los reexámenes, al 15 de setiembre, el número de ciudadanos con discapacidad como resultado de la guerra es un poco más de mil cien. Según sus necesidades y los procedimientos establecidos, se les dotó de medios de apoyo: sillas de ruedas, andadores y demás. Ciento treinta y seis personas recibieron prótesis modernas.

El ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales también implementó y continúa tomando medidas para garantizar el empleo y la formación profesional de los participantes en la guerra, incluidos los ex militares discapacitados.

"Los proyectos implementados fueron financiados por el Estado en cooperación con organizaciones privadas. En general, permitieron capacitar a más de mil soldados y sus familiares”, indicó la secretaria de prensa.

Añadió que el ministerio tiene actualmente un plan activo con el fin de asegurar la formación profesional y el empleo de los ciudadanos desempleados que tomaron parte en las operaciones de guerra. “El programa tiene tres componentes, pero si completamos su propósito, podemos decir que es una oportunidad para compensar en una cantidad determinada la tasa de educación de un participante de la guerra, garantizarle un trabajo y al mismo tiempo aliviarle la carga fiscal al empleador", sostuvo.

El ministerio sigue aceptando solicitudes en el marco del programa. Los ciudadanos interesados pueden presentarse en los centros regionales del Servicio Social Unificado.