El legado de Gulbenkián, la huella armenia en Lisboa

LISBOA, 1 DE NOVIEMBRE, ARMENPRESS. Si se pregunta por los museos más famosos de Lisboa, entre los diez primeros está el del famoso filántropo armenio Calouste Gulbenkián, para cuyo ingreso siempre hay largas colas.

El museo, que contiene obras de la cultura europea, oriental y antigua, fue inaugurado el 2 de octubre de 1969, catorce años después del fallecimiento del gran filántropo, al celebrarse el centenario de su nacimiento. Según su testamento, debe ser gestionado por la Fundación Calouste Gulbenkián. Ubicado justo al lado del museo, la Fundación cuenta con un archivo y una rica biblioteca.

"Soy artista; esta es mi primera visita a Lisboa. Antes de viajar, supe de este maravilloso museo. Estoy sinceramente encantada. Hay muchas obras de arte aquí, lo que nos permite no solo la oportunidad de desarrollar el gusto estético, sino además, una comprensión integral del arte", dijo Simona de Eslovaquia en conversación con "Armenpress", al tiempo que señalaba que -en su opinión-, lo más interesante es la colección de muebles de la época del rey Luis XV.

En el museo, se exhiben más de mil de las 6.000 piezas registradas. Presenta mobiliario de Europa occidental, objetos decorativos del siglo XVIII, manuscritos medievales, alfombras caucásicas y persas, monumentos del antiguo Egipto y Mesopotamia, cerámica, obras culturales armenias. Las obras adquiridas por Calouste Gulbenkián de la colección del Hermitage en la década de 1930, ocupan un lugar importante en la serie de pintura europea. Al momento de la visita, estaba cerrada por remodelaciones la sala que exhibe la colección de joyas de René Lalique.

El amor por Portugal no es casual. Durante la Segunda Guerra Mundial, para librarse de la pesada carga fiscal, Gulbekián tuvo que dejar París y mudarse a Lisboa, donde alquiló habitaciones en el Hotel Aviz, en el que pasó el resto de su vida. Gulbenkian donó su rica colección de obras de arte al gobierno portugués.

El museo y la fundación están ubicados en un parque homónimo, que se distingue por una rica flora y por carteles que dan testimonio de los diversos programas de caridad que la fundación implementa hasta hoy, por voluntad expresa del benefactor.

Calouste Gulbenkián vivió en Portugal solo trece años. Según su testamento, la Fundación que lleva su nombre debe estar asentada en Lisboa, regirse por las leyes portuguesas, pero al mismo tiempo contribuir al progreso de toda la humanidad, como la Fundación Nobel.

Armenuhí Mjoián