Pashinyan: Las principales expectativas del pueblo no se cumplieron plenamente después de la revolución

EREVÁN, 6 DE DICIEMBRE, ARMENPRESS. Durante la discusión del proyecto de presupuesto estatal para 2024 (versión enmendada) en la Asamblea Nacional, el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, afirmó que la mayor expectativa de las personas que llevaron a cabo la revolución popular, no violenta y de terciopelo de 2018 era la justicia y la eliminación de la corrupción en Armenia.

"Debo informar con dolor que las expectativas siguen en su lugar, lo que significa que no se han cumplido plenamente. Pero ¿qué significa esto? ¿Por qué no se cumplen esas expectativas? ¿Significa que el gobierno ha traicionado los principios y valores de la revolución?

Por extraño que parezca, antes de responder a esta pregunta, primero debemos responder a otra. ¿Qué es la justicia? ¿cómo se expresa o se debe expresar?

Luego de la revolución de terciopelo, popular y no violenta de 2018, muchos esperaban que se llevara a cabo una justicia revolucionaria. Es decir, se dictarán y ejecutarán juicios en las plazas públicas, incluyendo confiscaciones de propiedades, castigando a personas específicas, lo que se llamó terror durante la Revolución Francesa. No lo hicimos por la sencilla razón de que no hicimos la Revolución Socialista de Octubre, sino una revolución de amor y solidaridad, y prometimos que no habría venganzas en Armenia. Este es un matiz importante, porque tanto la justicia como el no adoptar prácticas de venganza es nuestra obligación revolucionaria para con el pueblo", enfatizó el primer ministro.

Según Pashinyan, entre los ciudadanos surge naturalmente la pregunta de cómo va a cumplir el gobierno esas dos obligaciones aparentemente contradictorias: no hacer venganzas y hacer justicia en el país.

"De aquí surge la pregunta que a primera vista parece sencilla: ¿qué es la justicia, cómo y dónde se determina la justicia?" Nuestro enfoque ha sido y sigue siendo el mismo: la justicia se determina en instituciones que tienen la autoridad para establecerla y actuar en base a la ley y la Constitución. La justicia es un fenómeno institucional, y mi creencia era y sigue siendo que lo que no es institucional no puede ser justicia. De lo contrario, una persona puede considerar justo disparar a otra en el porche, la segunda romperle la mandíbula, la tercera tomar parte en el negocio del otro, la cuarta quitarle la propiedad. Esto no sólo no puede ser justicia, aunque la opinión pública lo considere justo, sino que también es una forma directa de socavar el Estado y la condición de Estado, el resultado más alto de la falta de voluntad de tener un Estado", concluyó Pashinyan.