Politólogo se refiere a la declaración del presidente del Comité de Defensa del Parlamento turco

EREVÁN, 31 DE ENERO, ARMENPRESS. En una conversación con Armenpress, el politólogo Garik Keryan se refirió a la declaración de Hulusi Akar, presidente del Comité de Defensa del Parlamento turco en torno a que Armenia debería aceptar lo antes posible la mano de paz extendida por Azerbaiyán; de lo contrario, sufrirá graves pérdidas, como la guerra de los 44 días.

Al respecto, manifestó que esta declaración no debe ignorarse, ya que la historia de los últimos veinte años ha demostrado que todas las declaraciones de Ankara contienen medidas prácticas, por lo que las relaciones entre Turquía y Armenia siempre han estado condicionadas por las relaciones entre Armenia y Azerbaiyán.

"La visita de Akar a Bakú es lo mismo que la visita de un alto funcionario del Estado a cualquier región administrativa en el mismo dominio del Estado o a otra entidad de la estructura confederal. Los representantes de la elite gubernamental y política de Turquía visitan periódicamente Azerbaiyán, hay acuerdos mutuos y esto es un fenómeno común, porque el concepto de ‘una nación, dos estados’ es una realidad conocida y un hecho establecido, por lo tanto, al decir Azerbaiyán en las plataformas políticas regionales y globales, es necesario comprender el tándem turco-azerbaiyano, y cuando hablamos de Turquía, debemos comprender que los pasos de Azerbaiyán en el ámbito de la política exterior los dicta Ankara", explicó Keryan.

El politólogo indicó que luego del colapso de la Unión Soviética, la parte turca ha declarado repetidamente que el establecimiento de relaciones diplomáticas con Armenia, la cooperación y la apertura de la frontera sólo podrán ocurrir después de la reconciliación entre Armenia y Azerbaiyán.

"La pregunta es simplemente: ¿cuál es el significado de la mano extendida de Azerbaiyán y por qué Armenia no la estrecha?" Por supuesto, hay varios factores por los que no se produce el apretón de manos. Si hasta septiembre de 2023 la existencia del Estado no reconocido de Nagorno Karabaj, la administración armenia y las Fuerzas Armadas eran problemáticas para Azerbaiyán, ahora lo es el llamado "Corredor Zanguezur". Por supuesto, hay desacuerdos en relación con la demarcación y delimitación de fronteras, pero Azerbaiyán considera primordial la solución del problema del llamado "corredor", a lo que seguirá la regulación de las relaciones con Armenia y el reconocimiento diplomático mutuo por parte de Turquía", señaló el politólogo.

Refiriéndose a la declaración del primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, en torno a un mecanismo mutuo de control de armas y un acuerdo de no agresión, ante la cual la parte azerbaiyana mostró un enfoque no constructivo, Keryan enfatizó que aunque el mandatario armenio se guíe por motivos buenos y sinceros, para la parte azerbaiyana la circunstancia preocupante es el problema del "Corredor Zanguezur".

"En el caso de Armenia y Azerbaiyán, que tienen relaciones semimilitares y que aún no han resuelto las cuestiones fronterizas y otras relacionadas con las relaciones interestatales, no es realista, especialmente en esta etapa, concluir un acuerdo de control de armas y de no agresión", afirmó el politólogo.

Según Keryan, si Turquía y Azerbaiyán presentan conjuntamente exigencias duras o amenazan con la guerra, es difícil imaginar que un Estado militarizado con una población de diez millones de habitantes, que a su vez cuestiona a Francia, la Unión Europea y Estados Unidos Los Estados, aludiendo a la adopción de medidas en contra y cancelando las visitas de los mediadores, pueda aceptar la propuesta de control de armas.