Han cobrado nuevo impulso los actos criminales contra la población pacífica de Artsaj

EREVÁN, 18 DE NOVIEMBRE, ARMENPRESS. La fiscalía de la República de Artsaj difundió un comunicado que dice así.

“En los últimos días, a lo largo de toda la línea de contacto entre Artsaj y Azerbaiyán, Azerbaiyán hace todo lo posible para aterrorizar a la población pacífica, con la intención de alterar el proceso «normal» de la vida de la gente. Se realizan disparos con armas de distinto calibre sobre las personas que realizan trabajos en las tierras agrícolas aledañas a la línea de contacto, dañan la tecnología agrícola y obligan a suspender los trabajos de recolección o sembrado. También se han registrado hechos en los que soldados azerbaiyanos armados se han acercado a ciudadanos de Artsaj que trabajaban en las huertas y apuntando con las armas los obligaron a detener y abandonar las tareas.

Hoy la parte azerbaiyana volvió a realizar disparos con armas de distinto calibre sobre las personas que realizaban trabajos agrícolas esta vez en la región de Martuní, en el sector administrativo de la aldea de Hatsí; como resultado de ello dañaron un tractor, mientras que en el segmento de Taghavart se difundió música religiosa musulmana y ritual a muy alto volumen. Todos los actos delictivos son registrados y documentados por el aparato jurídico de la República de Artsaj de acuerdo con el procedimiento establecido por la legislación de procedimiento penal.

Sobre los hechos señalados, la fiscalía de la República de Artsaj comunica inmediatamente al fiscal de la misión de paz en Artsaj, en cada caso se exhorta a la parte azerbaiyana a permanecer fiel al acuerdo alcanzado entre los fiscales generales de Rusia, Armenia y Azerbaiyán y llevar adelante la investigación pertinente para denunciar a las personas que cometieron esos actos; sin embargo, las exhortaciones quedan siempre sin respuesta.

Para negar que estos actos criminales contra los ciudadanos de la República de Artsaj estuvieron organizados por las autoridades de Azerbaiyán, estas deben al menos obligar a asumir su responsabilidad penal a las personas que cometen estos actos; sin embargo, no sólo no se da ningún paso en esa dirección sino que con evidente e intencionada negligencia se estimula la armenofobia y sus manifestaciones”.