S.S. Karekín II en Djermúk: “Nuestro pueblo fortalecerá la patria y construirá un futuro brillante”

EREVÁN, 7 DE NOVIEMBRE, ARMENPRESS. El 5 de noviembre, S.S. Karekín II, patriarca supremo y katolikós de todos los armenios, visitó la ciudad de Djermúk, en la provincia de Vaióts Dzor, acompañado por el canciller de la Santa Sede, monseñor Arshák Jachatrián; el gran sacristán, monseñor Musegh Babaián: el director de la oficina de Asuntos Conceptuales Eclesiásticos, monseñor Vazguén Mirzajanián; el primado de la diócesis de Gugark, monseñor Hovnán Hakobián, y el primado de la Iglesia Apostólica Armenia de Francia, monseñor Grigór Jachatrián.

La delegación presidida por el katolikós fue recibida en la entrada de la ciudad de Djermúk por el primado de la diócesis de Vaióts Dzor, arzobispo Abraham Mkrtchián, el gobernador de Vaióts Dzor, Ararat Grigorián, y el alcalde de Djermúk, Vahagn Arsenián.

Luego, Su Santidad, junto con los religiosos, las autoridades provinciales y municipales, partió hacia la Iglesia de Santa Gaiané, donde fue recibido por residentes de la ciudad y efectivos del ejército. Su Santidad ingresó en el templo a los sones del himno katolikosal “Hrashapár” mientras impartía su bendición a los feligreses. Durante la ceremonia, tras los cánticos litúrgicos, se ofreció una oración por la paz y la estabilidad de Armenia y Artsaj, la seguridad de sus fronteras y la vida segura, pacífica y próspera del pueblo armenio. También se rezó por el eterno descanso de quienes murieron en defensa de la patria.

Al final del oficio litúrgico, el katolikós dirigió el siguiente mensaje a los presentes:

"Con nuestra bendición, oramos al Padre Celestial para que ayude al pueblo armenio, que enfrenta dificultades en este momento difícil. No es la primera vez que visitamos este acogedor rincón de nuestro país. Hemos estado en Djermúk en muchas ocasiones; hemos quedado encantados con el esplendor de su naturaleza y hemos disfrutado de la cordialidad y hospitalidad de su gente. Con sus aguas curativas y su hermosa naturaleza, Djermúk es una de las cartas de presentación más importantes de nuestro país, por ser un centro de tratamiento de enfermedades y de descanso tanto para nuestra gente como para muchos visitantes. Hoy, es Djermúk la que necesita ser asistida y curada”, dijo el patriarca.

Al referirse al ataque a gran escala de las fuerzas armadas de Azerbaiyán el 13 de setiembre, Su Santidad expresó sus condolencias a las familias de quienes murieron como consecuencia de la agresión de Azerbaiyán; se lamentó por las ciudades y edificios destruidos y pidió que el Señor, con su misericordia, conceda paz y consuelo a los familiares de las víctimas y voluntad y valor a sus hijos creyentes, para afrontar los problemas que se han presentado.

"Hoy tenemos muchas preocupaciones. Nos preocupa el presente y el futuro de nuestra gente, especialmente cada vez que nos encontramos con los ojos inocentes de nuestros niños. Impulsados por las preocupaciones que debe enfrentar nuestro país, algunas familias migran en busca de la felicidad y seguridad para ellos y sus hijos en tierras extranjeras.

Estamos aquí para decir que todo lo que tenemos es nuestro país, nuestra patria. Debemos armarnos de coraje y resistencia para proteger la tierra sagrada donde vivieron y crearon nuestros padres y los padres de nuestros padres; donde nuestros hijos fueron martirizados”, dijo Su Santidad.

Luego, recordó la leyenda popular sobre el ciervo herido de Djermúk, que cura las heridas graves provocadas por el cazador en las aguas curativas de Djermúk. Tras ello, dijo: “Creemos que, siguiendo el ejemplo de Djermúk, esta hermosa ciudad, así como todo nuestro país, se recuperará de sus heridas, sobrevivirá a las tragedias y superará las dificultades y penurias. Y nuestro pueblo, con su sabiduría, trabajo duro, resistencia y coraje, continuará construyendo una vida digna y creativa; fortalecerá su patria y forjará un futuro brillante".

Con motivo de la visita, el katolikós de todos los armenios transmitió su afecto y bendición patriarcal a los guías espirituales de la diócesis de Vaióts Dzor, encabezados por el primado diocesano, por mantener fuerte la fe y el espíritu de nuestro pueblo, fortalecer y brindar consuelo divino al rebaño fiel con la palabra de Dios, y continuar su apostolado en asentamientos fronterizos.

Su Santidad también bendijo a las autoridades provinciales de Vaióts Dzor y municipales de la ciudad de Djermúk, quienes, tanto en los días difíciles de la guerra como hoy, se mantienen firmes junto a los residentes de esa región en defensa de la patria.

Finalmente, Su Santidad elevó una plegaria a Dios para que esparza la paz por todo el mundo, preserve en paz al pueblo armenio, y que con su Diestra les otorgue fuerza a todos.

El katolikós también mantuvo una reunión con miembros de la Organización Juvenil de la Iglesia de Santa Gaiané en Djermúk. Su Santidad se mostró satisfecho con las iniciativas eclesiásticas y patrióticas de la juventud y al transmitirles su bendición y mensaje paternal, los instó a permanecer firmes en su amor y fe en Dios, a mantenerse unidos en el amor cristiano junto a la Iglesia, para servir a la patria con valentía y fe inquebrantable.

Durante la reunión, Su Santidad también respondió las preguntas relativas a programas juveniles de la Iglesia Armenia y a la participación de los jóvenes para la superación de los desafíos existentes.

Luego, acompañada por las autoridades de la comunidad, la delegación pontifical visitó el hospital de Djermúk, donde el katolikós se reunió con el personal médico y se interiorizó de las dificultades existentes. Tras transmitirles su bendición, el patriarca de la Iglesia Armenia agradeció el servicio desinteresado brindado por el personal, gracias al que se salvaron muchas vidas durante las operaciones militares. En la charla, se analizaron las inquietudes y problemas existentes derivados de la situación actual.